Los ministros de Economía e Industria, Yasutoshi Nishimura; del Interior, Junji Suzuki, y de Agricultura, Ichiro Miyashita, dimitieron por la mañana, y horas después el secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, anunció su propia salida y confirmó la de sus otros tres colegas.
Matsuno, vocero del Gobierno, dijo que también dejará su cargo Michiko Ueno, asesor especial del primer ministro, además de cinco viceministros.
«Las dudas de la opinión pública me rodean sobre los fondos políticos, lo que está provocando desconfianza en el gobierno. Como se está llevando a cabo una investigación, pensé que quería poner las cosas en su sitio», dijo Nishimura a la prensa, según la agencia AFP.
El escándalo se generó por denuncias de que integrantes del Partido Liberal Democrático (PLD), que gobernó Japón de forma casi ininterrumpida desde mediados del siglo XX, recibieron millones de dólares como sobornos.
El gobernante Kishida aseguró el miércoles que abordaría las denuncias «frontalmente».
«Tomaré acciones como una bola de fuego y llevaré al PLD a recuperar la confianza del público», declaró entonces el primer ministro a periodistas, después de que el oficialismo logró evitar una moción de censura en el Parlamento.